"Debilidad militar del Eln lo lleva al terrorismo" | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Diana Rubiano
Domingo, 27 de Enero de 2019
Redacción Política

El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), es una de las organizaciones con más experticia en diagnóstico de dinámicas de la guerra en distintos países. Su director en Colombia, Jorge Restrepo, analiza qué pasará en el escenario de la confrontación militar en Colombia a partir de la ruptura del proceso de paz con el Eln y cómo queda ahora en la correlación de fuerzas frente a las disidencias, las bandas criminales y el narcotráfico. Alerta sobre el tema de la frontera con Venezuela y cómo el Eln gana con la coyuntura crítica en ese país.

EL NUEVO SIGLO: Tras la ruptura del proceso de paz con el Eln, ¿qué puede pasar ahora en materia de conflicto armado en Colombia?

JORGE RESTREPO: Lo natural de esperarse es una intensificación de la confrontación con esa guerrilla, tanto por acciones militares como por un aumento del riesgo de mayores acciones terroristas, como las que se dieron en Barranquilla, hace un año, y aquí en Bogotá hace una semana. Pero no solamente eso: ello (la ruptura) supone un panorama diferente de riesgo. Es muy diferente la guerrilla sentada en una mesa de negociación, porque allí tiene que limitar las formas de violencia, a una guerrilla que no tiene esa limitación que representa el costo político de algún tipo de acción.

ENS: ¿Se podría decir que a partir del rompimiento con el Eln la posibilidad de que en Colombia haya un posconflicto queda anulada?

JR: Diría que demorada y por varios años en cuanto a lo que es un posconflicto completo, porque hay que tener en cuenta que esta guerrilla históricamente ha afectado a cinco regiones del país, aunque no tiene presencia nacional y es un grupo desarticulado en sus capacidades operacionales. Pero, sin lugar a dudas, la manera en que se rompieron las negociaciones hará muy difícil reiniciarlas en el mediano plazo.

ENS: Dentro de las investigaciones que la Cerac ha realizado, ¿cuáles son las características básicas del modus operandi del Eln?

JR: Este es un grupo que tiene una gran capacidad de reinvención y de cambiar sus prácticas de operación. Por ejemplo, este tipo de atentados terroristas es algo relativamente nuevo para esa guerrilla. Atentados como los que se hicieron en Barranquilla, en Bogotá (la semana pasada) y en el Centro Andino. Son atentados relativamente nuevos en ese grupo y son la muestra también de su debilidad ante la imposibilidad de montar operaciones militares de envergadura, capacidad que no tiene el Eln. Por su radicalismo deciden irse por  este tipo de atentados terroristas que, insisto, muestran una gran debilidad militar.

ENS: ¿El Eln está trabajando conjuntamente con las disidencias de las Farc?

JR: No creo, son organizaciones muy diferentes. Creo que actuarán de manera coordinada en lo que tiene que ver con lo criminal y en donde coincidan. Pero debo decir que esos grupos de disidencias son grupos puramente de crimen organizado, no tienen un componente ideológico en ninguna de sus expresiones, mientras que el Eln, pese al involucramiento en actividades criminales, todavía tiene esa característica política, que lo diferencia mucho de los demás grupos de crimen organizado.

ENS: ¿Cómo será ahora la correlación de fuerzas en materia de conflicto armado en Colombia, dado el accionar de disidencias, Eln, bandas criminales y narcotráfico?  

JR: Lo primero es que el único grupo que responde a un conflicto armado interno de carácter político es el Eln. Es el único grupo remanente. En términos de la correlación de fuerzas hay que tener en cuenta que es una organización con una gran debilidad en lo militar y esto ha significado un fortalecimiento de ese grupo hacia el terrorismo. Es una agrupación que, además, es heterogénea a nivel regional. Diría que en dos regiones tiene fortaleza: en Arauca y en la frontera entre Chocó y Risaralda.

ENS: Uno de los comandantes del Eln en Cuba dijo que el problema es que la información en la guerra está compartimentada y que un bloque no se entera de lo que está haciendo el otro. ¿Se puede hacer un proceso de paz con un grupo con estas características, muy diferentes a las de las Farc, en donde todo era muy vertical y jerárquico?

JR: Sí, aunque hay que decir que esa jerarquía se consolidó, en el caso de las Farc, durante el proceso de paz. Se recuerda que al inicio del proceso se decía que solamente la mitad de las Farc estaba con este y que particularmente el Bloque Sur y el Bloque Occidental no estaban. La llegada, por ejemplo, de ‘Pablo Catatumbo’ y de ‘El Médico’ fue bastante tardía.

Creo que para lograr un proceso exitoso es mucho mejor contar con un grupo cohesionado, pero si no, se pueden lograr procesos con partes de esas organizaciones. Otro ejemplo es el de la Corriente de Renovación Socialista que en los años 90, siendo parte del Eln, logró un proceso de paz exitoso. De manera que sí se puede.

Homicidios y zonas ex Farc

ENS: La Fiscalía reveló hace algunos días las estadísticas sobre homicidios en 2018 y establece que en las regiones de donde salieron las Farc aumentaron los asesinatos, ¿cómo se puede explicar este fenómeno?    

JR: Hay muchas regiones donde estaban las Farc que vieron en este último año caídas drásticas de la violencia, por ejemplo los departamentos del Meta, Casanare, el Cesar… En fin, hay muchas regiones en donde se dio esa característica, Caquetá, otro ejemplo. Y efectivamente hay otras en donde sí hubo un aumento. Diría que en aquellos donde se presentó ese incremento, con excepción de Medellín y el Valle de Aburrá, son todos los municipios donde hay una actividad industrial del narcotráfico, es decir cultivo, procesamiento y el tráfico mismo.

ENS: ¿Qué significa que el 35% de las muertes de líderes sociales sean perpetradas por particulares, y no por la guerrilla del Eln, las Bacrim o el narcotráfico?

JR: Depende de lo que sean móviles particulares, porque si se trata de una disputa por tierras -no sé cómo lo clasificará la Fiscalía- el caso es que independientemente de la intención de la muerte, todas esas personas, ya sean defensores de derechos humanos, personas que están buscando la restitución de sus tierras que habían perdido, cultivadores de uso ilícito, ex combatientes de las Farc, todos ellos tienen una característica común y es que están involucrados en la actividad política. Lo que los hace víctimas diferentes al resto de las formas de violencia del país, es que cuando se golpea a una persona que tiene una posición de liderazgo político en la sociedad se afectan los procesos democráticos y los procesos institucionales de toma de posiciones públicas. Por eso estos líderes deben ser protegidos.

ENS: ¿Cómo ve la situación del Catatumbo, Nariño, Arauca y el Bajo Cauca antioqueño, que son las zonas más afectadas por desorden público dejadas por el gobierno Santos?

JR: En el Catatumbo hay una gran dificultad, ya que junto con Nariño y Tumaco, son las zonas  el país donde uno podría hablar de una industria del narcotráfico integrada, en el sentido de que está toda la cadena, desde el cultivo, los insumos de la hoja de coca, precursores químicos, combustibles, laboratorios y son zonas de tráfico. Es decir, lo que se concentra allí es toda una cadena de generación de rentas y fuentes ilegales de recursos de narcotráfico, y eso es lo que las hace tan conflictivas.

ENS: ¿Y en el caso de Arauca y el Bajo Cauca antioqueño?

JR: Un poco menos, porque el Bajo Cauca antioqueño es una zona mediterránea, donde si bien hay rutas de tráfico, no hay puerto, o no hay frontera como en el caso del Catatumbo. Y en el caso de Arauca hay una presencia institucional tan grande que cambia un poco la región. Allá no hay cultivos de coca tan extensos como los hay en el Catatumbo y en Nariño, por eso es tan importante reforzar los programas de sustitución y de erradicación de cultivos en Catatumbo y en Nariño, porque eso ayuda a quitarle esa fuente inicial de recursos a las organizaciones criminales.

ENS: ¿Las disidencias de las Farc hoy se pueden considerar como un actor armado ilegal con mando unificado, órdenes verticales, posibilidad de control territorial?

JR: Diría que aquellas que responden al mando de ‘Gentil Duarte’ en el Guaviare y el Caquetá. Las demás, básicamente por la escala de la violencia y el tipo de armas que utilizan, no. Son más organizaciones criminales. En su momento el bloque ‘Jorge Sinisterra’ y el frente ‘Daniel Aldana’ tuvieron también (esas características) pero la información que se tiene es que esos grupos han dejado esas formas de violencia tan intensas como en el pasado.

Baja intensidad

ENS: ¿Qué clase de conflicto armado tiene hoy Colombia?

JR: Es un conflicto interno de muy baja intensidad con una transición hacia el terrorismo por parte del Eln. Pero insistiría en que es el único grupo que tiene esa característica de conflicto armado interno en el sentido de la escala de la violencia y de que sus opositores son las fuerzas de seguridad del Estado.

ENS: Tras lo ocurrido con el Eln y la tensión que hay con Venezuela, con la que Colombia tiene una frontera de 2.219 kilómetros, ¿Qué puede pasar ahora con esta guerrilla y su facilidad para ir de un territorio a otro?

JR: Tiene todas las de ganar, tanto en un escenario de ruptura completa de las relaciones colombo-venezolanas, como en un escenario de transición desordenada. En cualquier escenario el Eln tiene mucho por ganar, porque se le permite utilizar esa frontera, que no va a ser la prioridad ni para un gobierno acorralado en Venezuela, ni para un régimen en transición. Por eso era tan importante que el gobierno Duque hubiera buscado la llegada de los comandantes del Eln de Cuba a Colombia. En ese caso, la diplomacia hubiese servido más que el envalentonamiento.

ENS: Sobre ese tema en específico ¿Se deben aplicar, sí o no, los protocolos para viabilizar el regreso de los negociadores del Eln a Colombia?

JR: Creo que fue un gran favor el que le hizo el gobierno Duque al Eln, al haber rechazado los protocolos, porque rechazo el concurso de Noruega, Cuba y de la Cruz Roja Internacional para haber asegurado el retorno de esos guerrilleros a Colombia, y lo que hizo fue permitirles que permanecieran en el exilio.