Debate a política de paz de Duque, en tablas | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 27 de Marzo de 2019
Redacción Política
La denuncia sobre entrenamiento en Cúcuta de militares venezolanos desertores fue desmentida por el Ministro de Defensa 

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El debate de control político a la política de paz del presidente Iván Duque que se cumplió ayer en la Comisión Segunda del Senado de la República terminó en tablas: no hubo una gran denuncia de la oposición, pero tampoco argumentos novedosos del Gobierno.

Es más, varios de los funcionarios del Ejecutivo que estaban citados no acudieron por razones entendibles: los ministros del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, y Agricultura, Andrés Valencia, así como el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, atienden la crisis en el sur del país por la Minga indígena; el alto consejero para el Posconflicto, Emilio José Archila, sigue en Córdoba. Tampoco asistió el fiscal Néstor Humberto Martínez, que había sido invitado.

A nombre del presidente Duque asistieron los ministros de Defensa, Guillermo Botero, y Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo.

Los citantes fueron los senadores Iván Cepeda, del Polo Democrático; Feliciano Valencia Medina, del MAIS; Antonio Sanguino, de la Alianza Verde; y el conservador Juan Diego Gómez.

El primero en intervenir fue el senador Cepeda, quien se refirió a la crisis del proceso de paz con el Eln, al crimen de más de 200 líderes sociales y defensores de derechos humanos, y la crisis humanitaria en varias regiones del país, como el Cauca por la Minga indígena, además de Antioquia y Chocó por los constantes desplazamientos de campesinos motivados por amenazas de bandas criminales.

Más crítico, el senador Sanguino afirmó que el gobierno del presidente Duque “no tiene una política de paz” pues dijo que no está cumpliendo los acuerdos firmados con las antiguas Farc y la implementación de lo pactado está “en veremos”.

Sanguino dijo que seis meses después de asumir esta administración, “el Estado aún no ha copado los territorios” dejados por las Farc, y aseguró que muestra de ellos es la situación que se vive en regiones como El Catatumbo, Cauca, Chocó y Nariño, entre otras, incluso se refirió a lo que ocurrió en la Escuela de Policía de Bogotá.

“Lo que hay es un irrespeto a los derechos humanos, a la Justicia Transicional con las objeciones  presidenciales, hay un ataque directo a la institucionalidad y una falta total de voluntad del Gobierno no solo con los acuerdos firmados, sino el respeto al Artículo 22 de la Constitucional nacional sobre el derecho a la paz de todos los colombianos”.

También cuestionó “el marchitamiento de la paz en el Plan Nacional de Desarrollo”, pues dijo que de 17 compromisos con la paz solo se han cumplido tres, cinco tienen “algún avance” y los demás “no han despegado”.

Militares venezolanos

Tal vez la denuncia más dura del debate la hizo Sanguino cuando dijo que “Colombia le da prioridad al problema con Venezuela y descuida los problemas internos de Colombia”, y en ese sentido advirtió que militares venezolanos “viven en hoteles de Cúcuta, pagados por el Estado colombiano, y reciben entrenamiento militar”.

Por eso le preguntó al ministro Botero “si es política de este Gobierno estimular la deserción de militares venezolanos” para derrocar al régimen e Nicolás Maduro.

Responde el Gobierno

El ministro Trujillo respondió a los cuestionamientos de los citantes, y luego de hacer un amplio recorrido de las acciones del Gobierno en favor de la paz llegó a los temas puntuales.

De las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP, dijo que a pesar de las diversas opiniones que hay sobre el tema, lo que se busca es que “den lugar a un gran consenso institucional”.

El Canciller indicó también que “ya es hora de dejar atrás eso de que en Colombia hay amigos y enemigos de la paz”, y dijo que si en un momento se quiso dividir al país así, “fue por razones electorales, pero hoy esa línea divisoria no existe”.

Sobre Venezuela, Trujillo García explicó que “no nos hemos inventado un enemigo en Venezuela”, pues recordó que por la crisis política y económica del modelo venezolano “fueron expulsados empresarios colombianos, y hoy en nuestro territorio albergamos 1.200.000 hermanos venezolanos”,

Por ello justificó que “la actuación de Colombia frente a Venezuela ha sido la misma del pasado: se desprende de clarísimos intereses nacionales, además de un deber que tenemos con la carta de la OEA”, y agregó que “el cerco diplomático al régimen va muy bien: más de 50 países han respaldado al presidente Juan Guaidó”.

Por su parte, el ministro Botero desmintió la denuncia de Sanguino sobre el entrenamiento de militares venezolanos en Cúcuta.

Eso es falso, aquí se les está dando una preparación” a los militares desertores venezolanos “por parte del SENA sobre tecnologías de la comunicación, pero ellos no pueden ingresar a instalaciones militares”.

Además recordó que la frontera está cerrada del lado venezolano, entonces no podría haber paso de militares del vecino país, y los puentes de Tienditas, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander están militarizados.

Botero también se refirió al copamiento del territorio donde operaban las Farc, y entregó un balance operacional de la fuerza pública.

Dijo que se está cumpliendo con el programa de erradicación de cultivos ilegales, que ya se han erradicado 23.000 hectáreas y se han intensificado estas acciones en Nariño, Putumayo, Norte de Santander, El Catatumbo, bajo Cauca antioqueño, Valle del Cauca y Bolívar.

Para esas acciones en 2019 se han destinado 10.000 hombres -3.000 de Ejército y 7.000 de Policía-, pero dijo que en los últimos cinco años la erradicación manual ha costado la vida a 33 personas, muchos de la fuerza pública, y más de 200 han resultado heridos.

En el debate, el senador Feliciano cuestionó “los excesos” de la fuerza pública contra la Minga en el Cauca, y pidió “no estigmatizar a los pueblos indígenas”.