Se amplía la oferta de entretenimiento familiar con exquisitos sabores, exclusivos platos y diversas temáticas. Desde hace algunos años, para atraer a un mayor número de comensales, los restaurantes en Bogotá decidieron ofrecer algo más que un sencillo menú, generando encanto en sus propuestas de infraestructuras por la variedad en su decoración.

Estas nuevas propuestas de restaurantes temáticos se imponen como la mejor manera para recorrer las calles capitalinas y disfrutar de una variedad culinaria, puesto que presentan una forma diferente a la hora de degustar la especialidad de la casa, con innovadores platos que combinan preparaciones y alimentos, los cuales se destacan por su presentación. 

Los lugares no solamente ofrecen platos, sino que también añaden un servicio diseñado para transportar a sus visitantes a épocas o escenarios distintos, con una variedad de colores y texturas donde puedan adquirir una experiencia fuera de lo común para el interés de grandes y chicos. 

En diferentes sectores de Bogotá se puede disfrutar de una variedad gastronómica, con propuestas de los años 50, show de circos, recorridos selváticos con animatrónicos que actúan como los protagonistas del lugar, para celebrar, comer y tomar si lo prefiere.

Los años 50

Rock’n Stop es un restaurante ubicado en Usaquén que maneja un estilo clásico de los años 50 de Estados Unidos, con un concepto ‘diners’, un ambiente distendido, un mostrador y un horario de apertura hasta bien entrada la noche, para disfrutar una hamburguesa al ritmo de los Rolling Stones.

El estilo de decoración de este lugar lleva a sus clientes más de medio siglo atrás, por sus dimensiones y glamour. Con una estructura basada en vagones de tren por la típica arquitectura diners de esta época, sus sillas clásicas de azul agua marina se caracterizan por líneas sencillas y atractivas, formadas por acero, con cojines fijos. Piezas que fueron clásicos del diseño industrial.

Las luces de neón, fotografías de ídolos como Elvis Presley, Marilyn Monroe, Jimi Hendrix, Led Zeppelin y el frontal de un Cadillac incrustado en la pared, son algunos de los elementos alusivos a esta época, sin faltar la clásica guitarra hecha por tubos de luces y un dispensador de gasolina antiguo.

El estilo pin-up de los años 50 también se hace presente en los vestidos de las meseras, para dar una experiencia única a la hora de comer al ritmo de los clásicos del rock and roll y las baladas. 

Este lugar se ha convertido en un referente cultural de esta época, por darle un toque gourmet a estas tradicionales recetas norteamericanas con un variado menú de hamburguesas de carne, asado de tiras angus, ensaladas, sándwiches, deditos de queso, malteadas y platos inspirados en recetas tex mex, que atrae a clientes de todas las edades.

El show circense

Con la diversificación de diferentes propuestas gastronómicas y temáticas, surge una nueva alternativa para comer, disfrutar con la familia o amigos, pasando un momento de ocio, risas y diversión en el Circo Colombia Bar, ubicado en la localidad de Chapinero. Este restaurante tiene una ambientación distinta a los espacios convencionales, por su distribución; en un salón interno y dos terrazas, cubiertas de capas que cuenta con mesas y asientos para el público.

Las personas que se han cansado de visitar y reunirse en los mismos espacios, ahora podrán disfrutar de un concepto del circo a la hora de comer, pues este lugar es un escenario alegre, relajado, original y descompilado desde su entrada hasta sus elementos de decoración. 

El trabajo artesanal es una de las muestras que este escenario evoca en todas partes, debido a que sus sillas, mesas y algunos objetos son restaurados por sus propietarios, con el fin de ofrecerles a sus visitantes un restaurante bar con una gran relación del mundo del circo y un ambiente totalmente único y original. 

Los payasos, monociclistas, barajas y los personajes más representativos del circo, son algunas de las imágenes plasmadas en las mesas de este restaurante innovador. La temática manejada en este lugar no solamente se queda en sus muebles, debido a que sus saleros y pinturas son otras piezas decorativas hechas a mano alusivas a este típico tema.

Su escenografía cuenta con una variedad de elementos del mercado de las pulgas, objetos reciclados, arte, artesanías, manualidades y juguetes de colecciones ubicados en repisas, paredes o muebles. Los colores utilizados en el techo que llenan de luz este lugar son el rojo y el amarillo, desplegando una muñeca en sus trapecios para hacer unos de los actos que harán pensar que el hombre puede volar por un momento. 

Los espectáculos artísticos en vivo se podrán observar las noches del viernes y sábados, mientras se disfruta de una variedad de platos de carne de res, de cerdo, de pollo, de pescado con salsas a base de frutas tropicales, acompañados de diferentes cocteles y cervezas nacionales e importadas, con música colombiana y electro swing de fondo.

La jungla 

Al cruzar las calles de la capital hacia el noroccidente, entre las avenidas Boyacá y Suba, hay lugares donde se puede disfrutar de un espectáculo selvático con el restaurante Jungla Kumba, que desarrolla una infraestructura donde mezcla la comida con entretenimiento, empezando por todo el diseño de su fachada con árboles, plantas y rocadas que evocan todo este ambiente juglar.

Al atravesar por sus puertas y pasar por el puente de madera es recibido con el saludo de  una enorme boca y diente de un hipopótamo y un cocodrilo sumergido entre las aguas. Más adelante, en el salón principal, el rey de la selva mueve la cabeza vigilando sus territorios, acompañado en la parte del fondo de monos. Además es frecuente escuchar el sonido de un elefante ubicado en una de las esquinas.

Al continuar con el recorrido selvático, se encuentra una terraza en su segundo piso, sumando una pared para escalar y un tobogán que lleva directamente a un salón de juegos y diversión para todo niño. Este establecimiento cuenta con una variedad de actividades para quienes quieran ir a pasar un rato agradable después de deleitarse del menú reflejado con los gustos de los adultos y de los niños, con secciones especiales para cada uno.

Para terminar con toda una aventura selvática, Jungla Kumba brinda en su último piso un área de softplay, talleres de fotografía, arte y culinaria, y juegos de habilidades, destrezas con el fin de darle un nuevo concepto al entretenimiento en familia.

Un café relax 

Hay otro tipo de establecimientos que ofrecen más que un tema, como La Casa de Morfeo, un sitio de relajación que presta sus salones como un lugar de descanso para aquellas personas que necesitan renovarse y poder continuar con sus actividades del día. 

Esta antigua casa de tres pisos ubicada en Chapinero, es un lugar encantado por el dios griego Morfeo, el cual ha tenido la labor por siglos de inducir el sueño a los seres humanos. Cada escalón hacia el segundo piso por este sitio encantado va invadiendo el deseo a sus visitantes por sosegarse, y en ocasiones hace que se olviden de sus obligaciones por su relajada ambientación.

Hamacas colgadas de las paredes de una de las habitaciones de esta edificación, son una de las opciones que ofrece este café relax, para descansar por un momento de un largo día, pero esta no es la única forma de relajación en esta casa. También cuenta con un escenario de tapetes y cojines para aquellos que prefieren otra forma de suspender sus tareas o pasar el tiempo libre. 

Igualmente brinda una variedad de picadas para disfrutar acompañadas de una cerveza, un coctel o bebidas preparadas con café. 

Uno de los aspectos interesantes de este sitio es que cuenta con un espacio en su primer piso únicamente para fumadores.  

Estos son algunos de los restaurantes curiosos que brindan una nueva forma de alegrarse y disfrutar de una diversidad culinaria del país o internacional, con distintivas animaciones.