La contienda democrática capitalina tiene varios elementos que la hacen única

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Sin duda, se trata de una campaña sui generis en la que han pasado muchas cosas inusuales en política, pero donde la Caja de Pandora aún está por abrirse completamente.

Esta contienda democrática por la Alcaldía de Bogotá tiene varios elementos que la hacen única, como el hecho de que a seis meses de acudir a las urnas, varios partidos todavía no tienen candidato.

Son los casos del Partido Conservador, La U, Cambio Radical y Colombia Humana, de Gustavo Petro, que aunque sacó 8 millones de votos en los comicios presidenciales de 2018 y obtuvo la votación más alta en la capital del país, hoy no tiene aspirante ni personería jurídica.

Se suponía que Petro le daría el aval a uno de sus principales escuderos en Bogotá: el concejal Hollman Morris o el exsecretario de Gobierno, Jorge Rojas.

Pero sorprendió que no le ofreciera la candidatura ni el respaldo a ninguno de los dos sino que trató de convencer al exministro de Salud, Alejandro Gaviria, quien declinó aceptar.

Obviamente, la actitud del senador de la Colombia Humana causó malestar, al punto de que Morris y Rojas anunciaron que seguirán adelante en su empeño de llegar al Palacio de Liévano por su cuenta y riesgo.

Morris ya consiguió el aval del partido MAIS, mientras que Rojas sigue recogiendo firmas para presentarse como independiente por el movimiento ciudadano Bogotá Viva.

Pero también se destaca que por primera vez no habrá consulta interpartidista para elegir candidatos únicos. Al parecer, la principal razón es que este mecanismo resulta bastante costoso y no siempre la afluencia de electores es la esperada.

Se estima, por ejemplo, que la consulta del 26 de mayo costará cerca de $40.000 millones, pero en todo el país solo participarán tres colectividades –partidos Conservador, Liberal y Centro Democrático– para elegir a sus candidatos únicos a Alcaldía en 14 municipios, en uno de ellos también para configurar la lista al Concejo.

También se destaca que el exalcalde Luis Eduardo Garzón, quien ya había ocupado ese cargo entre 2004 y 2007 a nombre del Polo Democrático, hoy postule su nombre nuevamente para regir los destinos de la ciudad, pero a nombre de un movimiento independiente: En Marcha.

Se trata de una especie de ‘disidencia’ de dirigentes nacionales del Partido Liberal encabezados por el exministro del Interior Juan Fernando Cristo, que se salieron de las huestes de la colectividad del trapo rojo y ahora piensan agruparse en el partido Colombia Renaciente.

Llama también la atención que a seis meses de las elecciones, el exsenador Carlos Fernando Galán aún no haya decidido si participará en la contienda, pues ha estado a la espera de un fallo definitivo del Consejo de Estado frente a la personería jurídica del movimiento Nuevo Liberalismo, fundado por su padre, Luis Carlos Galán.

Esta decisión está en manos del Consejo de Estado, pues ya en dos oportunidades el Consejo Nacional no le reconoció la personería jurídica al Nuevo Liberalismo. Se especula que Galán, de participar, lo haría por firmas.

Dos bloques definidos:

Pero tal vez el hecho más llamativo de esta contienda electoral es que por primera vez serían dos mujeres quienes se disputen con mayor posibilidad de triunfo la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Esto, por cuanto han venido cogiendo fuerza dos bloques políticos diametralmente opuestos, pero ambos muy fuertes.

Se trata del bloque de centro-izquierda, que aunque no ha definido mecanismo de elección ya acordaron que se presentarán para elegir a uno solo.

Posiblemente mediante una encuesta abierta se elegirá al candidato único entre Claudia López (Alianza Verde); Celio Nieves (Polo Democrático), Luis Ernesto Gómez (movimiento Activista, que sigue recogiendo firmas); Hollman Morris, del MAIS, y Jorge Rojas, de la Unión Patriótica y su movimiento Bogotá Viva.

Por el lado de la centro-derecha están Miguel Uribe Turbay (del movimiento por firmas Avancemos y con aval del Partido Liberal) y Ángela Garzón (candidata del Centro Democrático).

Es muy probable que por el camino aparezcan otros nombres que aunque no han confirmado podrían participar en las elecciones de octubre.

Con este panorama, la conclusión es que “en las últimas elecciones en Bogotá los actores políticos relevantes siguen teniendo juego importante en política bogotana, con excepción de Miguel Uribe y Ernesto Gómez”, al decir del analista Jairo Libreros.

El catedrático considera que los candidatos de los dos bloques -de centro-derecha y centro-izquierda- “serán los únicos con opción real de triunfo-, y ambos con las mismas posibilidades frente al electorado”.

Sin embargo, y ahí está el secreto, al decir del experto, la clave del triunfo está en “conquistar el centro del espectro”.

Libreros destaca el carisma de ambas dirigentes, su capacidad y preparación, pero sostiene que “tendría más posibilidad” la candidata del Centro Democrático que la de la Alianza Verde, “porque Ángela Garzón polariza menos que Claudia López”.

Además, sostiene que la bancada uribista es mucho más disciplinada, y eso ayudaría a conquistar el centro ideológico en la capital del país.

¿Qué viene?

Así la cosas, terminado el receso obligado de la Semana Mayor, lo que viene para todos los candidatos es definir las propuestas con las que aspiran a ganar la candidatura única seduciendo al centro del electorado capitalino.

Por el lado de la centro-derecha, Miguel Uribe tendrá la nada fácil misión de adoptar una posición coherente no solo con su candidatura sino también con la administración, pues fue Secretario de Gobierno de Enrique Peñalosa.

Y Ángela Garzón tendrá que estructurar una propuesta para ganar la candidatura única del uribismo, que ha sido crítico del actual Alcalde de Bogotá.

La coalición de centro-izquierda, mientras tanto, ya tiene definidos varios temas en los que insistirá: metro, seguridad, infraestructura vial, etc. La clave está, según el profesor Libreros, en “quien presente el programa más convincente, pues al final todos se unirán a un mismo programa”.