Hoy Viernes Santo es el día en que la Corte Constitucional debe reflexionar sobre qué es más importante y obligatorio, proteger el medio ambiente, la integridad étnica y cultural de indígenas, la salud en conexión con la vida o ¡la vida! Y, no hace falta ser un gran constitucionalista para concluir lo que el sentido común dicta y es que sin vida no existe ninguno de los otros derechos. Y, el sentido común también nos dice que hace más daño la calidad del aire en Colombia que el glifosato.
Nuestra Constitución Política, título II, de los derechos y garantías y los deberes, capítulo 1, artículo 11 dice que el derecho a la vida es inviolable. Renglón seguido dice que no habrá pena de muerte. Mucho más adelante, habla del ambiente sano y de los indígenas y etcétera. De la simple lectura de nuestra Constitución, se entiende que la Asamblea Constituyente de 1991, que de paso creó la Corte Constitucional, precisamente como entidad encargada de la guarda e integridad y supremacía de la Constitución, garantizó el derecho a la vida antes que cualquier otro derecho.
No fue casualidad ni aleatorio, pues esto obedece a que la vida es el bien jurídico más importante a garantizar en un Estado de Derecho. Y, pues no lo está haciendo. Impedirle al presidente Duque “regar” glifosato como lo dice un importante político y periodista colombiano, es saltarse el orden constitucional de protección de derechos y el sentido común. Por la sencilla razón, señores magistrados de la Corte Constitucional, de que la maldita coca no ha traído sino muerte a esta patria. En cambio, quiero ver la cantidad de muertos por glifosato en Colombia. ¿Dónde están las cifras? “Regar” glifosato es la única vía para erradicar la maldita cocaína del suelo de este país o legalizarla. ¿Qué prefieren? ¿No lo han entendido? Prefieren que Duque mande soldados y perros, a hacer erradicación manual y encuentren ambos la muerte. ¿Si podrán dormir tranquilos los señores magistrados? Pues ya van cinco soldados muertos y otros más heridos por culpa de la Corte Constitucional que está haciendo prevalecer unos derechos chimbos por encima del derecho a la vida en directa violación del mandato constitucional que les ordena -no es si quieren- les ordena la guarda de integridad y supremacía de la Constitución en los estrictos términos establecidos en el artículo 241 de Constitución Política.
Lo que han hecho es ponerle palos en la rueda al presidente Duque, para que exista más muerte en Colombia, de paso lo regañe EE. UU, por un hecho innegable, y es que Colombia está inundando el mundo con perico. Es el momento de que Duque tome decisiones y haga lo que tiene que hacer: atacar esa maldita mata con glifosato. Pues hasta ahora nadie nos ha dicho cuántos muertos y lesionados van por el glifosato en cambio la miseria y muerte que nos ha traído la coca no necesita más ilustración.
@ReyesJuanfelipe