Se puede construir país sin tener que obstruir los derechos de los demás, sostuvo

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“He dicho que sin vías de hecho, allá estará el Presidente”, afirmó ayer el mandatario Iván Duque en referencia a la insistente petición de los líderes de la Minga indígena de reunirse con él para levantar el paro que ya completa 24 días.

“Bloquear las vías es un mecanismo de hecho innecesario que afecta a los demás. No se puede acudir a las vías de hecho para poder reivindicar derechos, porque eso significa que los derechos de unos están por encima de los demás”, precisó Duque, recordando que el Gobierno nacional ha estado en la zona, a través de una comisión encabezada por la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, y la directora de Planeación Nacional, Gloria Amparo Alonso.

Así mismo, destacó que “por primera vez, en un Plan Nacional de Desarrollo quedará un capítulo para los pueblos indígenas, con un Plan Plurianual de Inversiones –para el cual hay comprometidos $10 billones– que se pueda ejecutar en armonía con las medidas fiscales”.

El Jefe de Estado subrayó su intención de llegar a un acuerdo y recalcó que es necesario desbloquear las vías.

“Queremos llegar a un acuerdo, pero quiero reiterar que el primer paso para que el país vea esa genuina vocación de llegar a un acuerdo fehaciente es levantar las vías de hecho”, enfatizó.

Igualmente, dijo que en Colombia “se puede construir país sin tener que obstruir los derechos de los demás; se puede construir país sin tener que apelar a la violencia o la fuerza para ganar el oído y la respuesta del Estado. Esa es una gran apuesta que no dejaremos apagar, jamás, mientras estemos en el ejercicio de la Presidencia de la República”.

Un muerto y 50 heridos
Luego de 24 días de Minga en el Cauca, hay más de 50 indígenas heridos y uno muerto, denunció Giovanni Yule, vocero de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), al asegurar que desde el inicio de la movilización se han sentido amedrentados constantemente por miembros del Ejército y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía colombiana.

Sin embargo, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, aseguró que la Fuerza Pública no tuvo nada que ver con la muerte del indígena Deiner Yunda Camaya, quien murió en medio de las protestas.

Botero precisó que a pesar de que la ONIC señalara que Camaya fue asesinado en medio de la “represión de la Fuerza Pública”, los resultados de la necropsia demostrarían que no fue así.

“El resultado de la necropsia muestra que esta persona murió como consecuencia de una esfera de un perdigón, que ha podido provenir de un arma convencional que no usa la Fuerza Pública”, dijo.

El Ministro manifestó que “las dos hipótesis son o de un arma hechiza, o la explosión de un aparato que se estaba intentando armar”, y que será Medicina Legal el que determine las causas de muerte del indígena.

Camaya, comunero indígena del resguardo de Jebalá, fue llevado hasta el hospital de Piendamó, Cauca, pero falleció como consecuencia de la gravedad de la herida que sufrió.

Yule lamentó la postura del Estado colombiano y advirtió que han sufrido tres asaltos por parte de uniformados: uno de ellos en el sector de El Túnel (municipio de Cajibío), “donde se fueron contra los campesinos, quemaron ‘cambuches’ y todo lo que tenían y golpearon a la población”; y otros dos en un sector conocido como El Cairo (también en Cajibío), uno de ellos ocurrido en la mañana del martes, en el que murió Camaya por un disparo en el pecho.

Negociaciones

La delegación liderada por la ministra Gutiérrez se ha reunido con los voceros indígenas en La Delfina (Valle del Cauca) y Mondomo (Cauca).

Según el comisionado Ceballos, las sesiones se han adelantado todo el lunes y el martes hasta casi la medianoche, avanzando en temas relacionados con derechos humanos y participación de representantes de las comunidades indígenas en instancias relacionadas con la implementación de los acuerdos de paz. Los delegados del Gobierno quedaron atentos a que la Fiscalía General de la Nación y líderes indígenas lleguen a un pacto sobre garantías judiciales.

Según Yule, la ministra Gutiérrez “no ha sido capaz de avanzar en los temas fundamentales que han planteado” y las conversaciones han sido “prácticamente áridas”.

“No sabemos si eso es una estrategia del Gobierno: dilatar los tiempos, pero en vez de que los 20.000 ‘mingueros’ nos hayamos cansado, nos hayamos debilitado, ha ocurrido lo contrario: se revitaliza la Minga, se viene fortaleciendo”, ratificó el vocero indígena.

Yule expresó que, a pesar de la inasistencia de Duque, a medida que pasan los días la movilización indígena se viene extendiendo en todo el territorio nacional y sumando adeptos. “Todos los pueblos indígenas se han levantado”, dijo, anotando que existe “la posibilidad también de que lo hagan todos los sectores campesinos, afros, sindicatos y organizaciones sociales y populares del país”.

Tierras

Sobre las versiones de sectores políticos en Colombia que señalan que las comunidades indígenas se exceden en sus peticiones y que tienen más de lo que dicen, Yule ratificó que esas aseveraciones son “totalmente falsas” y puso de ejemplo la situación del Cauca.

Según explicó, la población indígena en ese departamento es de 280.000 personas, repartidas en 10 pueblos y 125 cabildos. Y de la totalidad del suelo en el departamento (3.084.000 hectáreas), el territorio colectivo de pueblos indígenas es de 544.000 hectáreas, de las cuales 320.000 están en páramos, ríos, bosques y en las montañas.

“Lo que nosotros estamos haciendo en el 70% del territorio nuestro es salvaguardando el agua, la biodiversidad y todo lo que tiene que ver con la garantía de los pueblos indígenas y los seres humanos en el planeta, pues en el Cauca están los páramos y la cuenca hídrica más importantes del país. Sin embargo, el Gobierno lo que hace es entregar grandes extensiones de tierra a las agroindustrias y los terratenientes”, lamentó, y se refirió también a la situación del departamento del Valle del Cauca, en donde los ingenios azucareros vienen utilizando 254.000 hectáreas que son propiedad de tres familias. /Anadolu-ENS