67.000 desplazados por desastres naturales | El Nuevo Siglo
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Viernes, 10 de Mayo de 2019
Redacción Nacional

Los desastres naturales causaron en Colombia el desplazamiento de 67.000 personas, principalmente en Nariño, donde al menos 22.000 de ellas resultaron afectadas por inundaciones.

Así lo reveló ayer un informe del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC) del Consejo Noruego para Refugiados (NRC).

Según el estudio los desastres climatológicos causaron 1,7 millones de nuevos desplazamientos en las Américas el año pasado, la mayoría en Estados Unidos, mientras que en el mundo la cifra total es de 17,2 millones de personas.

Los datos citados en el informe, brindados por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), dan cuenta de que cerca de 22.165 personas afrodescendientes (5.425 familias) que habitaban la zona rural y urbana de seis municipios (Barbacoas, El Charco, Magüí Payán, Roberto Payán, Santa Bárbara de Iscuandé y Tumaco, en el departamento de Nariño), fueron afectados por las inundaciones.

“Entre las personas afectadas existe un número indeterminado de familias que  también son víctimas del conflicto, dada la presencia de grupos armados en la zona, configurando situaciones de doble afectación. A raíz de las inundaciones, la población enfrenta dificultades en el acceso a cultivos, medios de vida, servicios básicos como también limitaciones en la movilidad. Algunas familias se han desplazado a las cabeceras municipales o a viviendas de familiares y amigos en zonas rurales”, señaló la OCHA.

Otro desplazamiento causado por desastres naturales, reseñado en el informe, fue el que se presentó en el municipio de Rosas, Cauca, donde murieron, al menos, 17 personas y fueron desplazadas al menos 56 familias a causa de la fuerza de la naturaleza. La tragedia fue provocada por los fuertes aguaceros que se presentaron en la zona entre el 21 y el 24 de abril.

Migración

Según el informe estos desplazamientos perdieron notoriedad debido a la crisis migratoria en Venezuela.

“La negativa del gobierno venezolano a reconocer la crisis humanitaria implica que no haya información disponible sobre el desplazamiento interno, pero más de 3 millones de personas han huido del país escapando de la crisis económica, la escasez de alimentos, la falta de servicios y el aumento de la delincuencia”, aseguró el informe del NRC.

Colombia recoge a cerca de 1 millón de refugiados y migrantes venezolanos, en tanto “que alrededor de 500.000 colombianos han regresado. A finales del año pasado, cerca de 5,8 millones de personas estaban viviendo en situación de desplazamiento interno en Colombia, una cifra superada únicamente por Siria”.

El informe destacó la difícil situación de Cúcuta, capital de Norte de Santander, donde confluye la crisis migratoria provocada por la falta de oportunidades en Venezuela y el fenómeno de la violencia propiciado por grupos ilegales al margen de la ley.

Cúcuta tiene la tasa más alta de desempleo del país, que alcanzó “el 15,8% entre septiembre y noviembre de 2018, así mismo como un alto índice de trabajo informal, 68% de la fuerza de trabajo. La llegada de los venezolanos ha incrementado la competencia para este tipo de trabajo lo que hace más duro conseguir una fuente de empleo”.

Así mismo, en el documento se expresa que esta situación ha incrementado la xenofobia contra los venezolanos quienes han sido víctimas de ataques, robos y extorsión, “organizaciones internacionales, agencias de gobierno y el sector privado han realizado múltiples iniciativas para acabar con este fenómeno y reconcentrar la atención en las prioridades de la región en esta crisis sin precedentes”.

Sin paz

Frente al incremento de la violencia y los desplazamientos que esto causa, el informe destacó que “pese a que en el 2016 se firmó un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc la cifra del número de desplazados producidos por la violencia se incrementó en 2018 comparado con el año anterior, más de 145.000. Adicional a esta cifra 5,8 millones de personas permanecían en condición de desplazamiento al final del año”.

La situación en el departamento de Norte de Santander “genera una preocupación particular. Cerca de 30 mil nuevos desplazamientos internos asociados con el conflicto fueron registrados en 2018, la cifra más alta desde 2002. El control del Catatumbo una región históricamente golpeada, y que fue el refugio de las Farc, fue retomado por el control del Eln” y Los Pelusos (disidencia del Epl), dos grupos armados ilegales “que han hecho presencia en la zona por décadas. Los disidentes de las Farc y otros grupos armados también se han sumado a las disputas”.

Los choques entre las organizaciones ilegales en el departamento se incrementaron luego del rompimiento de los acuerdos entre los grupos por negocios ilegales incluido el tráfico de droga, “no solo el cultivo de coca se incrementó en el Catatumbo en 145% entre 2015 y 2017, también la expansión del comercio del alcaloide combinado con la reconfiguración del conflicto ha permitido el incremento de los ataques contra el personal civil, al menos 31 líderes sociales fueron asesinados en Norte de Santander en 2018 para un total nacional de 172”.

Pese al oscuro panorama planteado el informe destaca que muchas ciudades en la región están entre las más peligrosas del mundo, han tomado la delantera para prevenir el desplazamiento, “el hecho de que las ciudades se han convertido en santuarios para más y más desplazados internos representa un desafío para las autoridades municipales, pero también una oportunidad. Aprovechar el rol positivo que los gobiernos locales pueden desempeñar para encontrar soluciones al desplazamiento será clave para abordar este desafío en el futuro,” dijo Alexandra Bilak, directora del IDMC en Ginebra.