Nariño, una crisis que se profundiza | El Nuevo Siglo
AFP
Sábado, 13 de Julio de 2019
Redacción Nacional

Aumento de homicidios y desplazamientos a la par de crecimiento en cultivos ilícitos han sido la constante en los últimos años en el departamento

La situación de orden público en el departamento de Nariño tiende a agravarse. Esta región del sur del país ha sido afectada los últimos años por un aumento en los homicidios, desplazamientos, a la par del crecimiento de los cultivos ilícitos.

El último reporte del Simci (Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos) indicó que este departamento es el que tiene más sembrados de coca en el país, con 45.735 hectáreas, cifra similar la que tiene todo Perú.

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El más reciente hecho violento ocurrió en la noche del jueves cuando una caravana del Ejército Nacional fue atacada en el corregimiento de Santa Rosa, a 30 minutos del casco urbano del municipio de Cumbitara, en el norte del departamento. Dos militares fueron asesinados y siete resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad, informó el Comando de la Vigésima Tercera Brigada del Ejército Nacional. “Lamentamos la muerte del sargento segundo Jonathan Verdugo, oriundo de Bogotá, y del soldado Alex Daniel Irua, de Chita Ladera Cumbal, Nariño”, señaló el Ejército.

Los hechos habrían ocurrido cuando el pelotón fue emboscado mientras se trasladaba en un camión que fue hostigado con armas de largo alcance, granadas y explosivos.

El secretario de Gobierno de Nariño, Mario Viteri, afirmó que los soldados fueron asesinados cuando disidentes del frente 29 de las Farc emboscaron el camión en el cual se movilizaban. “Se presentó al parecer una emboscada que terminó con la vida de los uniformados”, dijo el funcionario, quien manifestó que cuando se produjo el ataque terrorista los soldados realizaban los patrullajes de rutina en la zona.

“Desde el Gobierno departamental hemos levantado nuestra voz para decir que en Nariño están sucediendo cosas muy graves de violencia, hace una semana fue la Policía Nacional, tenemos desplazamientos de la costa pacífica, y ahora en la cordillera en contra del Ejército”, añadió.

El gobernador de Nariño, Camilo Romero, manifestó tras conocer el hecho que a partes del departamento no ha llegado la paz. “Esto significa que en buena parte de Nariño no llegó la paz, sino que se ha intensificado la guerra, el llamado desde el sur es que pare la guerra, que cesen estos asesinatos a los soldados y policías. De igual manera que paren los asesinatos contra líderes sociales”, dijo.

Implementación de la paz

En diálogo con EL NUEVO SIGLO hace unos días el gobernador Romero afirmó que el incremento de la violencia en el departamento se debe a la mala planeación de la implementación del Acuerdo de Paz.

“A nivel estructural hubo muy mala planeación de la implementación de la paz, hubo una excelente planeación para lograr la firma del acuerdo pero no la implementación. En el departamento de Nariño se dejó ausente este territorio de Fuerza Pública durante todo 2017 y solo fue en enero de 2018 cuando se anuncian 11.000 nuevos hombres para el departamento. Cuando llega esa fecha el conflicto ya estaba allí porque durante todo 2017 el territorio fue copado por fuerzas al margen de la ley. Esa es la realidad de por qué creo que estamos en este inconveniente, sin duda alguna tiene que ver con el narcotráfico y el control del territorio”, sostuvo.

“Hemos venido insistiéndole al Gobierno que la paz no iba a ser real y posible para el departamento de Nariño. Y estos son los hechos que dan a entender qué lejos está el departamento de Nariño de esa paz y ese anhelo. En Nariño se viven los conflictos del país del pasado con incremento de homicidios y desplazamientos, es decir, que la paz ha estado ausente de nuestro departamento”, añadió.

Para Romero, para enfrentar esta problemática hay que “salir de dos temas fundamentales: minería ilegal y cultivos de uso ilícito. Y de estos solo es posible salir si se asume el acuerdo de paz que implica la sustitución de cultivos. Allí es donde debería centrarse el Gobierno”.

Un informe de la fundación Indepaz señaló que la situación de orden público es especialmente preocupante en el municipio de Tumaco.

“En Tumaco, el municipio más preocupante, los índices de homicidios son cada vez más alarmantes. El Informe Forensis del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, registró en 2016, 152 homicidios, y según información preliminar de la Policía Nacional y de la Secretaría de Gobierno del municipio, en el 2017 ocurrieron 222, es decir, 70 casos más. En lo corrido del 2018 los homicidios ascienden a 275, continuando con una tendencia al alza”, indicó Indepaz.

Desplazamientos

Un informe publicado por la Defensoría del Pueblo, en junio pasado, señaló que en el primer semestre de 2019 se registraron 35 casos de desplazamientos masivos de población que afectaron a más de 8.200 personas.

En el informe generó especial preocupación la situación en Nariño, ya que allí, según la Defensoría, hubo 11 casos de desplazamiento forzado, con más de 3.500 víctimas. Esto quiere decir que en esa región se concentró el 43% de todo lo ocurrido a nivel nacional.

“Las dinámicas de desplazamiento no han cesado, pese a los grandes esfuerzos del Gobierno nacional nos preocupa en gran medida cómo se pueden garantizar los derechos para esta población; así mismo, el tema de confinamiento es preocupante porque son 63 poblaciones confinadas en este mismo periodo, 14.773 personas de diferentes pueblos, especialmente Chocó y Nariño”, dijo Felipe Vernaza, defensor delegado para los Derechos de la Población en Movilidad Humana. Los municipios nariñenses que han sufrido de confinamientos son El Charco, Magüí Payán y Tumaco.

Cultivos ilícitos

Nariño es el departamento con mayores cultivos ilícitos en el país, con 45.735 hectáreas y Tumaco es el municipio que ocupa el primer lugar en afectación, según el más reciente informe de Simci.

En el estudio se expone que los departamentos de la región pacífica, entre ellos Nariño, al tener una conexión directa con el océano pacifico cuentan con una posición “geoestratégica que ha sido aprovechada por los actores ilegales para consolidar la cadena del narcotráfico”.

En Nariño, se señala, las concentraciones de cultivos permiten diferenciar cuatro núcleos principales: dos ubicados en la zona costera y dos ubicados en la zona montañosa; estos dos últimos se han reactivado y consolidado recientemente y marcan un proceso de expansión hacia el norte del departamento.