Hallan metales tóxicos en fuentes hídricas de cinco departamentos | El Nuevo Siglo
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Martes, 3 de Septiembre de 2019
Redacción Nacional

Antioquia, Boyacá, Cauca, Risaralda y Valle del Cauca comparten los primeros lugares en exposición de metales tóxicos en el agua

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Metales que representan riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, neurotóxicas y diabetes, entre otras, que presentaron concentraciones más altas y que requieren medidas de acción inmediata por parte de las autoridades departamentales están el arsénico, el hierro y el manganeso, los cuales representan un mayor.

Antioquia, Boyacá, Cauca, Risaralda y Valle del Cauca comparten los primeros lugares en exposición de metales tóxicos en el agua en nuestro país, que van desde 0,000003 mg/kg/día para el mercurio, hasta 54,3 mg/kg/día para el zinc.

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Basados en una metodología que aplica los datos reportados en el Sistema de Información de la Vigilancia de la Calidad del Agua para Consumo Humano (Sivicap) del Instituto Nacional de Salud (INS), los resultados reflejan que la exposición guarda una relación inversamente proporcional con el peso corporal y directamente proporcional con el consumo de agua, comenta el investigador Iván Rodrigo Astros, magíster en Toxicología de la Universidad Nacional (UNAL).

Explica además que, por ejemplo en Antioquia estos altos niveles se deben a los procesos de industrialización u otras fuentes antrópicas (como minería ilegal) que pueden aumentar la concentración de metales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos han sido determinantes en el 80 % de las enfermedades que padecen los seres humanos.

En el caso del arsénico, en Antioquia, Risaralda y Valle los valores coinciden con concentraciones en sedimento superiores a 2 mg/kg, lo cual implica una fuente natural muy importante de este metal, que se refleja en casos específicos como su detección en el municipio de Santa Rosa de Cabal desde 2016.

“Sumado a lo anterior también están los ya conocidos problemas de minería ilegal de oro que se presentan en estos departamentos, y cuyos impactos ambientales también tendrán efectos sobre la salud de las poblaciones que tienen como fuentes hídricas los ríos o quebradas afectados”, comenta el magíster.

Los metales pueden estar presentes en parte por fuentes naturales, como el manganeso, cuyos valores altos en agua pueden ser consecuentes de altos valores en los sedimentos, por ejemplo en Bogotá, Caquetá y Sucre.

De igual forma ocurre para el hierro, cuyos valores de riesgo alto coinciden con los departamentos que tienen valores superiores a 2 mg/kg de sedimento.

Método aterrizado

Para llegar a estos resultados, el investigador Astros propuso un sistema de alertas tempranas, a partir de la aplicación del método Montecarlo, que permitió evaluar en tiempo real los datos de vigilancia recopilados para determinar si el valor de exposición a lo largo del tiempo puede generar o no un efecto en la salud de los pobladores.

“Este modelo matemático se ha utilizado ampliamente en temas económicos y de ingeniería, pero ha sido poco explorado en los asuntos de salud. El método realiza un análisis estadístico de la información que nos permite tener un criterio cuantitativo, para poder definir el riesgo”, explica el magíster.

Para aplicar el método se utilizaron los datos del Sivicap, el cual indica las concentraciones de los metales o de las sustancias químicas en el agua recopilados por las diferentes entidades de vigilancia; las medidas antropométricas de peso corporal de los niños, jóvenes y adultos del país, y finalmente el valor de consumo de agua, extrapolado de estudios realizados en Brasil, único país en Latinoamérica que tiene esta información detallada.

“Con esos tres valores se utilizan unas ecuaciones estandarizadas por la OMS para identificar cuál es el riesgo. Estas ecuaciones relacionan la cantidad de agua que toman las personas, y en caso de estar contaminada, cuál será el riesgo de que se produzcan efectos en su salud según su peso corporal.

A diferencia de otros métodos, la propuesta desarrollada por el magíster Astros durante su investigación aterriza la información a la realidad del país, ya que en Colombia solo se maneja un indicador que compara la concentración con un valor de referencia, y si este se encuentra por encima del valor de referencia hay riesgo, pero si está por debajo no hay problema.

“El modelo construido en el trabajo nos permite no solo tener un punto de corte, sino identificar diferentes escenarios, pues no es lo mismo un niño expuesto a agua contaminada que un adulto, porque el peso varía entre ellos dos. Eso quiere decir que entre menor sea el peso, mayor será el riesgo”, concluye el magíster.