Gente. El sargento que usa carpa de circo como 'trinchera' de sonrisas | El Nuevo Siglo
EL CIRCO está integrado por soldados regulares, soldados profesionales y suboficiales. / Foto Cortesía
Viernes, 15 de Diciembre de 2023
Redacción Nacional

UN EXPERTO en artes marciales y en parkour, después de concluir su bachillerato, decidió prestar el servicio militar en la Policía, pero resultó en las filas del Ejército Nacional. Hoy coordina todas las actividades de nueve circos que recorren el país llevando alegría a los niños, jóvenes y adultos, y adelantando campañas contra la drogadicción y el reclutamiento forzado.

Se trata del sargento viceprimero Elkin Eduardo Contreras Espinel, quien inicialmente prestó el servicio militar regular, pero por su buen desempeño y tras cumplir con las exigencias académicas y exámenes físicos, pasó a ser soldado profesional.

Tuvo la oportunidad de escalar en su carrera e ingresó a la Escuela Militar de Suboficiales Inocencio Chincá.

Contreras Espinel es licenciado en Educación Artística y es el director y coordinador de nueve circos del Ejército Nacional, con los que llegan a las zonas más apartadas del país para llevar alegría y mensajes de paz, de protección al medio ambiente, a la niñez y evitar que caigan en el mundo de las drogas y que sean reclutados por los grupos armados al margen de la ley.

“No hay nada que llene más nuestros corazones que ver reír y llorar de alegría a los niños campesinos que nunca habían visto a un payaso y mucho menos han estado sentados al frente de una pantalla improvisada para asistir a la proyección de una película y comer palomitas de maíz que con esmero preparan los payasos y demás integrantes del Circo Colombia”, explica el suboficial.

Describe que “los adultos, que también lloran de emoción al ver a sus hijos reír hasta quedar exhaustos, abrazan a los muchachos cuando descubren que son soldados regulares, profesionales y suboficiales que con sus actos solo buscan llevar alegría, mensajes de paz y de fortalecimiento de la familia”.

Acota que “el Circo Colombia es el canal que nos permite, a través del arte y la cultura, llegar a las comunidades como un poderoso agente en la educación de los niños y especialmente de los jóvenes en riesgo de caer en las drogas y de ser víctimas del reclutamiento de los grupos armados al margen de la ley”.

Expresa que “los integrantes de los circos militares tienen claros los parámetros de la Constitución y la ley, y el respeto absoluto de los derechos humanos. Por esta razón, le servimos a la comunidad y la protegemos, pero no con el monopolio de las armas y de la fuerza, sino instruyendo y educando a nuestros niños, jóvenes y adolescentes. También les llevamos regalos”.

Entretenimiento

Recuerda que “estuvimos en Balboa, en el Cauca, donde desplegamos nuestras grandes carpas itinerantes y montamos las filas de asientos y las pistas circulares para llevar entretenimiento a todos sus habitantes y en especial a los niños, que quedaron absortos por la fantasía de la presentación de los payasos y demás integrantes del espectáculo del Circo Colombia”.

“Todos nos reciben con cariño y con afecto. Los ciudadanos quieren a los soldados y en general quieren a su Ejército y así nos lo expresan y hacen saber. Aquí todos los militares son bienvenidos, nos decían los campesinos”, manifestó Contreras Espinel.

“También hemos ido a Saltos de Bordones, en Acevedo, en el Huila; a los lugares más apartados de Norte de Santander, a Antioquia, a Santander, a Cundinamarca, entre otras regiones, y el nuevo circo recorrerá toda la región del Magdalena y el sur de Bolívar. Tenemos nueve circos desplegados, llegando todos los días a esos rinconcitos de Colombia, porque se necesita llevar mensajes de paz y de alegría”, relata el suboficial.

Señala que “todos los integrantes del circo mantenemos viva la esencia del espectáculo con nuestro talento y la variedad de artistas: los payasos, los equilibristas, los mimos y los malabaristas, entre otros. Lo importante es llevar nuestros mensajes y que todos se diviertan con las caídas torpes y a propósito de los payasos, que son los más divertidos y queridos por el público, en especial por los niños”.

Afirma Contreras Espinel que “el circo nos permite ampliar nuestros conocimientos, nuestras habilidades y, por supuesto, trabajar en el área de la comunicación, en el lenguaje verbal y el no verbal para poder presentar nuestro trabajo a los diferentes públicos”.

“Nosotros mostramos las habilidades extraordinarias que desarrolla el ser humano y las llevamos para transmitir un mensaje que incida en las personas para generar un cambio de actitud frente a los diferentes retos que se afrontan en la transformación de la sociedad y que nos permiten avanzar hacia la consolidación de la familia”, insiste.

Revela que el circo está integrado por soldados regulares, soldados profesionales y suboficiales y por esta razón, de carpa para adentro, se vive todo el tiempo el ambiente militar, la disciplina, el esfuerzo, el estudio y la exigencia día a día para ser mejores personas y por supuesto mejores artistas. “Los circos y los militares tienen algo en común, que es la disciplina”.

Asegura que “trabajamos todos los días para llevar a la comunidad un mensaje de paz, de integrar la familia, de velar por el progreso y desarrollo de la región, para que los niños no caigan en la drogadicción y que los muchachos no sean reclutados por los grupos armados al margen de la ley”.

Indica que “en el lenguaje no verbal utilizamos la simbología y los payasos con un supuesto acto de torpeza pueden cambiarle en un segundo el pensamiento a un adulto o a un niño. Un payaso barriendo, otro ayudando a un adulto mayor, otro cuidando, protegiendo a la naturaleza y recogiendo las basuras, están transmitiendo y contribuyendo a lo que necesitan las comunidades”.

Anota que cuando termina una función y los payasos salen de la carpa, son rodeados por los niños, adolescentes y adultos, que les expresan que los quieren y los respetan. “En los adultos y en los abuelos se puede ver una mirada de niño, que pudieron volver a soñar y creer que hay esperanza y cosas buenas para aportarle a esta sociedad”.

Manifiesta que “vamos a lugares apartados donde la presencia del Estado  solo es a través de las Fuerzas Militares. Creo que para esto fuimos diseñados y por esta razón lo hacemos con mucho cariño y con mucha responsabilidad, que es nuestro propósito”.

“Nuestro trabajo es exigente para evitar transmitir algo negativo a la comunidad y por esta razón nos esforzamos para innovar, crear y llevar a escena historias que hagan reír, pero también que hagan pensar y unir a la familia, base fundamental de toda sociedad”, dijeron.

De otro lado, narra que es difícil ver irse a los soldados que hacen parte de la familia cuando terminan su servicio militar. “Pero nos da alegría que muchos de ellos pudieron seguir su carrera artística ingresando a otros circos, no solo en Colombia sino en otras naciones, y recorren el mundo llevando en alto nuestras banderas de Colombia y del Ejército Nacional. Jamás se olvida a la familia del arte circense”.

“Cuando termina una función y los espectadores salen a abrazar a los integrantes del circo para expresar su admiración y agradecimiento por ese rato de alegría, nosotros experimentamos el sentimiento del deber cumplido”, subraya.

Agrega el sargento viceprimero Elkin Eduardo Contreras Espinel “que uno se siente útil y que es un instrumento de Dios para apoyar y contribuir a la sociedad, pero el pago más importante es ver a las familias alegres por el trabajo que hacen los soldados del Ejército a través del mundo maravilloso del Circo Colombia”.