Causó sorpresa la decisión del Estado Mayor Central de las Farc el miércoles pasado de expulsar de sus filas por disidencia a cinco comandantes. La determinación se dio justo cuando el Gobierno radicó en el Congreso el proyecto de ley de amnistía para los guerrilleros. Este episodio podría estar revelando que la negociación en La Habana no le dio la debida importancia a los mandos medios de esta organización y la influencia que tienen en la tropa.

En esto último coincidieron varios expertos consultados por EL NUEVO SIGLO. Incluso uno de ellos consideró que todavía se está a tiempo para corregir esta situación y evitar, de esta forma, que se sigan presentando más disidencias y se atomice esta organización justo cuando tiene que cumplir la parte de los acuerdos en lo que tiene que ver con concentrarse en 27 zonas veredales y proceder a la dejación paulatina de las armas.

El Estado Mayor Central de las Farc tomó la decisión de separar de filas a Gentil Duarte, Euclides Mora, John Cuarenta, Giovanny Chuspas y Julián Chollo, quienes hasta hace pocos días cumplieron tareas de mando en la organización. “Esta decisión está motivada en su conducta reciente que los ha llevado a entrar en contradicción con nuestra línea político-militar”, señala esta guerrilla.

A la vez, las Farc hicieron un llamado a los combatientes que se unieron a los comandantes que fueron expulsados, “para que se aparten de la errada decisión que han tomado sus jefes inmediatos y regresen a las filas de las Farc-EP donde serán acogidos nuevamente por sus camaradas”.

En julio pasado, las mismas Farc denunciaron una disidencia en el frente primero de esa organización que opera en el departamento de Guaviare. Advirtieron en esa oportunidad que quien no atienda las directrices del proceso de paz quedaría fuera. “Declararse al margen de la dirección pone por tanto a quien lo hace por fuera de las Farc-EP, no puede usar su nombre, armas y bienes con ningún propósito", señalaron.

Se conoció que en el frente primero de las Farc cerca de 60 integrantes de los 110 con que contaba siguieron las instrucciones de alias ‘Mordisco’, uno de los mandos medios, manifestado que no aceptaban las negociaciones en La Habana ni se desmovilizarían.

Las propias Farc señalaron que las motivaciones de esta facción para no acogerse a la paz no eran revolucionarias sino por intereses económicos.

Como consecuencia, esta guerrilla designó a alias Gentil Duarte como comandante del frente primero, el mismo que ahora fue expulsado de la organización por disidencia.

Fueron subestimados

En el acuerdo de La Habana faltó una política especial para los mandos medios de las Farc, indicó León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación.

“Es muy preocupante porque en el acuerdo realmente no hay una política diferenciada frente a los mandos medios y por ejemplo gente como Gentil Duarte, John Cuarenta, toda esa gente debería tener una política especial porque es gente que ha tenido mucho mando, liderazgo, y tiene muchos temores también sobre su futuro, entonces ahí se dan disidencias”.

Valencia alertó que “hay 500 mandos medios, y entonces hay que reforzar la política frente a los mandos medios que siempre en cualquier proceso de paz es la preocupación principal”. Agregó que una situación de este tipo ya se vivió con la desmovilización de las autodefensas. “El 80% de los mandos medios se quedó y formó después las Bacrim”.

En tanto que el analista Ariel Ávila dijo que, por un lado, “eso lo que demuestra es el problema que se tuvo con el limbo político y jurídico después del plebiscito. Lo que uno ve en las zonas de preagrupamiento es que las Farc tienen mucho miedo de que las vayan a capturar, que no les vayan a cumplir, y creo que todo esto fue lo que se manifestó”.

Añadió que lo otro que demuestra la situación que se vive en las Farc con las disidencias es que “quedó mal negociado el tema de reincorporación. El problema  con los paramilitares fue la reincidencia de los mandos medios como ‘Cuchillo’, ‘Pirata’, ‘Sebastián’, ‘Valenciano’. Y nosotros advertimos que los mandos medios necesitaban una reincorporación propia, y eso no hay. Un tipo como ‘Gentil Duarte’, como ‘Romaña’ o como ‘El Paisa’ que dejen todo el poder que tenían por $620 mil mensuales, eso es ridículo. Entonces las Farc no entendieron esto, el Gobierno le tenía mucho miedo al uribismo, y no hay nada para los mandos medios, y ese es el problema grande”.

No obstante Ávila consideró que la situación que se está presentando debe mejorar con la aprobación del fast track para la implementación por parte del Congreso de los acuerdos de paz y la seguridad jurídica que se debe dar con la ley de amnistía.

Sin embargo reiteró que “hay que crear un mecanismo de reincorporación para mandos medios”.

Por su parte el constituyente y exintegrante del M-19, Otty Patiño, dijo que “el tiempo que transcurre sin que se empiecen a implementar los mecanismos para desarrollar los acuerdos, indudablemente conspira contra los acuerdos mismos. En buena parte porque haber logrado cierto consenso al interior de las Farc, creo que es la mayor proeza que han hecho los negociadores, que vemos que son los jefes de las Farc. Proeza complicada porque mucha gente, mandos medios sobre todo, tienen mucha desconfianza en que el proceso de paz llegue a buen puerto”.

Patiño indicó que esa desconfianza cuando se prolonga demasiado se convierte en escepticismo y puede “llevar a la situación que estamos apreciando. Pero es puro elemento de la tardanza en la implementación de los acuerdos. Y desde luego cuando esa tardanza está acompañada de acciones punitivas contra los sectores de influencia de las Farc, como es la gente de la Marcha Patriótica, pues indudablemente eso hace que algunos mandos medios terminen abandonando el proceso mismo sin desarrollar”.

Mientras tanto el senador y experto en seguridad Alfredo Rangel dijo que la situación de disidencias que se presenta era previsible porque  “las Farc han sido un grupo narcotraficante desde hace muchos años,  hay muchos frentes que han tenido como actividad principal el narcotráfico. Es absolutamente de esperar que muchos de estos grupos no acepten la desmovilización y el desarme para continuar con el negocio del narcotráfico”.

El Senador del Centro Democrático previó la posibilidad de que algunos de los hombres de las Farc “continúen vinculados tanto al narcotráfico como a la minería ilegal, entre otras actividades criminales”, incluso con el beneplácito de las Farc.

Los disidentes

‘Jhon 40’: su nombre verdadero es Gener García Molina. Fue jefe del Frente 43. Según inteligencia militar fue socio de Daniel ‘el loco Barrera’. Controla el gramaje del narcotráfico y la extorsión en una amplia zona del Guaviare y Meta.

‘Giovanny Chuspas’: estuvo al mando del Frente 16 que opera en el Vichada, donde obtienen ingresos por narcotráfico y coltán.

‘Julián Chollo’: ha ejercido mando y manejo de finanzas en los frentes de los Llanos Orientales y del sur del país.