El Niño, una ‘plaga´ para el agro | El Nuevo Siglo
El fenómeno de El Niño ha afectado todo el territorio nacional. / Foto SAC
Viernes, 8 de Marzo de 2024
Redacción Política

En medio de la fase más crítica del fenómeno de El Niño en todo el país, el sector agropecuario se encuentra atravesando una difícil situación, no solo por la afectación en el ciclo de cosechas y producción, sino por las mayores inversiones que se han tenido que hacer para paliar las altas temperaturas y la escasez de agua.

EL NUEVO SIGLO habló con varios de los principales voceros de los gremios del agro para conocer cuál es la realidad que hoy está afrontando el sector y si han sido eficientes las estrategias anunciadas por el Gobierno para ayudarlos a enfrentar el fenómeno climático, tanto en materia de recursos, como de asistencia y otros apoyos.

Según el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, “esto depende mucho de la intensidad del fenómeno, lo duro que se presente, en dónde se presente y qué tanto demore. Obviamente, la política del Gobierno tiene muchos puntos, unos que son comunes a otros gobiernos y están relacionados con las medidas de prevención para tratar de dedicar recursos a apoyar productores, encauzar recursos relacionados al fortalecimiento de capacidades agrícolas”. 

En ese sentido, añade, “la política termina siendo obvia desde el punto de vista de lo que se hace frente a un fenómeno de estos, pero el problema, como lo hemos dicho siempre, es más de recursos frente a un escenario muy malo y con advertencias de que la temperatura venía muy alta entre enero y febrero. En marzo ya se empezó a cambiar al tema de la presencia de las lluvias, ahora dicen que de pronto entre abril y mayo van a caer lluvias pronunciadas, y para nosotros al final del día la orientación de la política es correcta, pero creo que siempre será insuficiente para un escenario negativo. Y lo que quiero subrayar es que los recursos deben destinarse para apoyar a los productores”.

De la misma forma sostiene que “en un país como Colombia, todo el territorio nacional tiene producción agropecuaria, y si bien los municipios en alerta naranja y roja no dejan de estar por encima de los 500 o 600 grados Celsius (a causa de los incendios), por más esfuerzo presupuestal que hiciera el Gobierno eso terminaría siendo insuficiente. Pero ¿qué pasó? Que el clima cambió, ya no se presentaron las altas temperaturas tan prolongadas en el tiempo y no tuvieron tanto impacto como pudiera haber ocurrido”.

Igualmente, explica: “Creo que este es un tema de tener capacidades, y eso se ha evidenciado con el tema de los helicópteros, bomberos y demás para apagar incendios. Pero en el caso de nuestro sector, lo que siempre hemos dicho es que el país debería tener un mayor número de animales y más hectáreas de cultivos aseguradas. ¿Para qué?  Para que cuando venga el desastre, si usted pierde todo como productor, tenga una póliza de seguros que le dé una plata y le permita volver a producir”.

Aseguramiento de cultivos

En lo que respecta a las cifras por aseguramiento de cultivos, Bedoya destaca que los recursos destinados por el Gobierno para atender los efectos del fenómeno de El Niño son importantes, pero no alcanzan. 

“Si usted mira las cifras que este gobierno ha dado, indiscutiblemente ha sido el que más recursos le ha puesto al sector agropecuario, pues son $146.000 millones, pero ese valor no alcanza para asegurar las más de 300.000 hectáreas de cultivos y este país tiene una frontera agrícola de 43 millones de hectáreas. Entonces, ahí es donde digo que la política es correcta, que es lo mismo que hicieron gobiernos anteriores, pero todos los gobiernos han venido incrementando el monto de seguros. ¿Qué le falta a eso? Más cultura de aseguramiento a los productores”.

Añade sobre el particular: “Uno siempre quiere que haya más para que alcance a cubrir más área y más animales, porque 300.000 hectáreas usted puede decir que es demasiado, pero si se mira la frontera agrícola de este país, o calcule que las hectáreas cultivadas sean aproximadamente 7 millones, pues igual sigue siendo muy poquito, y eso depende de la cultura de aseguramiento, que es algo que hay que mejorar y que es una discusión que habrá que dar si es alto o no es alto. Y por supuesto esos $146.000 millones deben subsidiar hasta el 80 % o 90 % de las primas de seguros de los pequeños y medianos productores, pero el Gobierno en particular determinó sacar a los grandes productores”.

El directivo de la SAC advierte que “desafortunadamente, el clima no distingue entre si usted es grande, es pequeño o mediano productor, simplemente le cae encima la ola de calor o las lluvias, y se entiende que deben tener prioridad los pequeños y los medianos productores. Sí, es bueno que el Gobierno también evalúe la participación de grandes mecanismos de aseguramiento, porque si llegan los fenómenos naturales y no estamos asegurados, pues lo que vamos a tener es a un grupo de productores quebrados”.

El uso de la tecnología

Una de las propuestas del presidente de la SAC es que la tecnología sea aplicada a la producción agrícola. “En el caso de la parte agrícola, indiscutiblemente se necesitan unas herramientas para que los cultivos puedan afrontar de una mejor manera el cambio climático, refiriéndome a que actualmente tengamos semillas originadas en estudios de ciencia y tecnología, para que sean resistentes al cambio climático, a la aparición de nuevas plagas y enfermedades que normalmente vienen con los fenómenos naturales”.

Otras organizaciones 

Fedearroz, Fedegán, Fedepanela, y Fedecooleche indicaron algunas consecuencias del fenómeno de El Niño que los han afectado y coinciden en afirmar que las reservas de productos alcanzan para sostener la demanda durante los primeros meses de este año.

El presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, explicó que “el sector ganadero prácticamente no ha tenido ningún tipo de apoyo con respecto al fenómeno de El Niño, e incluso hay zonas de tópico alto que tuvieron grandes dificultades, sobre todo en el momento en que vinieron las heladas. La verdad es que muchos se quedaron esperando suplementos alimenticios que durante mucho tiempo estuvieron distribuyendo a través de bodegas, y creo que eso pasó sin que hubiera una respuesta efectiva del asunto”.

Por su parte, Jean Paul Van Brackel, director de Investigación de Federroz, dijo que “el sector arrocero colombiano en este momento ha tenido dificultades importantes por el fenómeno de El Niño. Los cultivos de arroz tienen una necesidad de riego muy importante y en algunas zonas de distritos de riego donde los caudales de los ríos están muy bajos no se ha podido sembrar durante este semestre”.

De igual manera, Cristian Marín, director técnico de Fedepanela, asegura que “el Gobierno nacional ha emprendido varias campañas en función de mejorar las condiciones desfavorables que se está teniendo por el fenómeno de El Niño. Nosotros en el sector de la caña tenemos un cultivo que es muy resistente; sin embargo, ya empieza a tener afectaciones porque se ha prolongado en el tiempo el fenómeno de El Niño. Afortunadamente aparecieron algunas lluvias y eso mejoró un poco la situación, pero nos afecta en la calidad de la panela porque la calidad de las cañas de azúcar disminuye cuando empiezan a sufrir un estrés hídrico. Aunque hemos notado cómo paulatinamente las políticas que ha venido adelantando el Ministerio de Agricultura, en cabeza de la ministra, han ido llegando a las regiones paneleras”.

Asimismo, el ingeniero Reinaldo Vásquez, director ejecutivo de Fedecooleche, dijo que “los efectos del fenómeno de El Niño en este momento para los afiliados nuestros no han sido significativos, porque ellos están ubicados en zonas en donde no ha habido una problemática importante, pues allí no hay necesidad de los aportes que en alguna medida está haciendo el Ministerio de Agricultura. Sin embargo, entiendo que hay zonas muy afectadas, como la costa, en donde la disminución de la producción ha sido muy importante y ellos han recibido unas ayudas”.

Ayudas del Gobierno

En referencia a los presupuestos anunciados por el Gobierno, José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán, explica que “por lo menos en el sector ganadero que yo presido, no lo hemos visto. Que yo recuerde, no ha habido ningún tipo de apoyo directo que hayamos podido identificar por ese tema”.
 
Por su parte, el sector arrocero dice: “A raíz del fenómeno de El Niño nuestros productores no nos han anunciado los presupuestos que el Gobierno destina al agro y que hayan recibido de estos alivios. No hemos conocido de estos apoyos para el sector arrocero como tal”.

Por su parte, Fedepanela advierte que “nosotros desde el sector panelero estamos soportando la crisis y la planta de caña es muy resistente de manera importante a este tipo de condiciones. Sin embargo, de extenderse el fenómeno de El Niño vamos a requerir del Gobierno nacional apoyo a nuestro sector para que podamos sostener la calidad de la panela, fundamentalmente”.

Además, los productores de leche destacan que “la información que hemos recibido nos advierte que el clima está bien, según lo esperado, y las grandes existencias de leche, más los inventarios altísimos de leche en polvo, nos han ayudado mucho a que no se sientan los efectos de este fenómeno”.

Afectación considerable

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que existe en algunos casos un factor determinante en el proceso de producción.

Sobre el particular, José Félix Lafaurie advierte que “el efecto por el fenómeno de El Niño fue muy variado y sobre todo por las altas temperaturas, pero en algunas regiones del país terminó lloviendo por una ola fría que en el mes de febrero se presentó. Entonces, no hubo ese impacto tan alto que se preveía en el mes de diciembre a enero. Ahora, lo que estamos esperando es ver cómo viene este año y si se va a presentar el fenómeno de La Niña, porque lo que se nota con estos fenómenos de lluvia es que los ganaderos, sobre todo los productores de leche, tienen que comprar suplementos alimenticios para el ganado y están en dificultades críticas por el valor de estos insumos y el poco ingreso que les reporta el litro de leche, que se bajó a $1.200”.

Igualmente, Jean Paul Van Brackel, de Fedearroz, dice que “la afectación más fuerte básicamente es el retraso de las siembras en las zonas donde hay poca agua y también la disminución de rendimientos y productividad por efecto de las altas temperaturas, que generan un fuerte impacto sobre los cultivos con algo que se llama el bañamiento y la reducción de productividad”.

De la misma manera, Reinaldo Vásquez, de Fedecooleche, dice que “en el sector lechero la producción se resiente porque no hay una gran demanda en la cadena de consumo, pues en la medida en que no se les compren mayores cantidades de leche a los productores a raíz de aspectos externos relacionados con la distribución del producto, esto los tiene que afectar enormemente, porque ellos no pueden salir de su ganadería de un momento a otro y se encuentran con fuertes excedentes que no tienen cómo colocarlos porque los distribuidores no encuentran tampoco cómo venderlos”.

También Cristian Marín, de Fedepanela, dice que “nuestros cultivos son propensos a los incendios, tenemos mucha biomasa en los cultivos porque la hoja seca de caña es muy propensa para generar incendios en zonas de los departamentos de Santander y Boyacá, donde el calor ha sido más fuerte. Entonces en esos lugares se han presentado algunos incendios en áreas importantes de cultivos de caña”.

 

Nuevas ayudas

El pasado 6 de marzo, el Gobierno nacional hizo entrega de una serie de ayudas para los agricultores en distintas regiones, buscando mitigar los efectos por el fenómeno de El Niño. Al respecto la ministra de Agricultura, Jhénifer Mojica, explicó que la cartera continuará apoyando a los productores campesinos, tanto pequeños como medianos.

Cabe destacar que desde que se declaró la emergencia nacional en razón del fenómeno natural, el Gobierno tiene como objetivo beneficiar a más de 7.000 agricultores, así como también a ganaderos de todo el país, para lo cual ha destinado recursos superiores a los $43.000 millones, buscando con ello disminuir los efectos causados por el cambio climático que se registra a consecuencia del fenómeno climático.