Producción de gas en julio aumentó 5,3% en el país | El Nuevo Siglo
LA PRODUCCIÓN de gas siguió aumentando en el país, pese a que se registran incrementos en los precios./ENS
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Miércoles, 8 de Septiembre de 2021
Redacción Economía

La producción comercializada de gas en Colombia fue de 1.122 millones de pies cúbicos por día (mpcd) en julio de 2021, lo que significa una recuperación del 20,3% frente a lo registrado en el mismo mes de 2020 (932 mpcpd). En comparación con junio de 2021 (1.065 mpcpd), la producción tuvo un incremento del 5,3%.

El alza en la producción se debió a un aumento del gas comercializado principalmente en los campos Floreña, Floreña Mirador, Pauto Sur (Yopal, Casanare), Cupiagua Sur, Cupiagua Liria (Aguazul, Casanare), Aguas vivas (Sahagún, Córdoba) y Clarinete (La Unión, Sucre), debido al aumento de la demanda de gas durante el mes de julio y al restablecimiento de la producción luego de la afectación generada por los bloqueos en el marco del paro nacional.

Durante los primeros siete meses de 2021 la producción promedio de gas comercializado en Colombia registró un incremento del 6,1%, llegando a 1.078 millones de pies cúbicos por día (mpcpd) frente a los 1.015 mpcpd reportados en el mismo periodo del año 2020.

Asimismo, en junio la producción de gas en Colombia fue de 1.065 mpcd, lo que representó un aumentó de 9,8% frente a lo registrado en mayo pasado, según el Ministerio de Minas y Energía. En comparación con junio de 2020 (1.096 mpcpd), la producción tuvo una disminución del 2,7%.

Según la cartera, el alza en la producción durante junio se debió a la entrada en operación del campo Aguas Vivas en Sahagún, Córdoba, y a un incremento del gas comercializado principalmente en los campos Cusiana, Cusiana Norte (Tauramena, Casanare), Cupiagua Sur (Aguazul, Casanare), Pauto Sur (Yopal, Casanare), Cañahuate (Sahagún, Córdoba) y Nelson (Pueblo Nuevo, Córdoba).

Promedio

Durante el primer semestre de 2021 la producción promedio de gas comercializado en Colombia registró un incremento del 3,9%, llegando a un promedio de 1.070 mpcpd frente a los 1.029 mpcpd reportados en el mismo periodo de 2020.

De otro lado, la Contraloría Delegada para el Sector de Minas y Energía realizó un control fiscal y preventivo sobre la nueva Regasificadora del Pacífico en el que identificó una serie de riesgos que incluyen la posibilidad de que las tarifas del servicio aumenten.



El pronunciamiento, que hace parte de una nueva figura de la Contraloría que se llama función de advertencia, se da en el marco de la convocatoria pública para la selección del inversionista que se encargará del proyecto de construcción de la Regasificadora del Pacífico y el Gasoducto Buenaventura-Yumbo.

De acuerdo con el ente de control, con la licitación corren varios riesgos, “empezando porque el esquema de remuneración establecido implicaría un impacto tarifario para los usuarios de gas en el país, al entrar en operación esta planta en 2024, dado que se verían afectados con un incremento del 32% en tres años”.

Riesgos

“Si bien es cierto, la planta no se construirá con recursos del presupuesto nacional, no es menos cierto que su esquema de remuneración establecido implicará un efecto tarifario para los consumidores de gas en el país, pues una vez construida la misma se asumirá el pago de esta, así la misma no se vaya a utilizar si los supuestos del déficit no se presentan. Es decir, estaríamos asumiendo riesgos con alto impacto económico y social al tener un activo improductivo, construido con un buen propósito, pero con escenarios de oferta y demanda que hoy son objeto de diversos reparos”, le dijo el contralor general, Julián Mauricio Ruiz, al ministro de Minas y Energía, el director de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), y el presidente de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) en una carta.

La Contraloría mostró que la propia evaluación de la UPME esboza un escenario de aumentos tarifarios al considerar una franja de posibles incrementos basados en los precios del gas importado.

“Le preocupa a la CGR el eventual efecto adverso que pueden generar en la política de transición energética los potenciales incrementos en la tarifa para el sector industrial, pues podría ser un incentivo para retornar al consumo de combustibles más baratos, pero más contaminantes, produciendo un desbalance en la relación costo-beneficio en dicho aspecto”, dijo la entidad en un comunicado.